La ira es sólo uno de los grandes sentimientos que puede experimentar el ser humano, entre las cuales están también el miedo, la tristeza y la alegría. Todos podemos sentir ira en algún momento de nuestra vida, ya que hay infinidad de situaciones que pueden provocar un gran disgusto…Pero ¿Qué nos ocasiona ella en nuestro cuerpo?
Hay personas que pueden presentar estados de enojo o ira con más facilidad, frecuencia e intensidad que otras, haciendo que reaccionen de manera brusca e intolerante ante cualquier situación que les incomode o con la que no están de acuerdo. Estas reacciones, en la mayoría de los casos, fuera de provocar fuertes discusiones, pueden llevar a respuestas mucho más fuertes, como agresiones físicas. Estos ataques de ira no sólo pueden afectar a quienes están a nuestro alrededor, también generan graves problemas en nuestro organismo, por esa razón vamos a conocer juntos los efectos dañinos que la ira puede provocar…
¿Cuáles pueden ser las causas de la ira?
Las causas de la ira —a pesar de muchas investigaciones— aún no han podido ser entendidas por completo. Cada ser humano reacciona con ira ante diferentes situaciones que la pueden desencadenar, aunque estos pueden ser muy diferentes de una persona a otra. Por lo general depende de la edad, el sexo y los niveles de educación, además pueden influir también los diferentes estados de ánimo que presente la persona en ese momento.
¿A qué peligros nos exponemos con ira?
Al reprimir la ira se hace mucho mal a la salud psicofísica, causando especialmente problemas de depresión, úlceras, migrañas y muchos otros dolores. No sacar a tiempo los sentimientos de rabia puede ser la causa de una gran cantidad de problemas de salud, pero explotar y gritar descontroladamente también puede ser muy peligroso, ya que es la causa de problemas cardíacos, como arritmias, pre-infartos, paros cardíacos y, en el peor de los casos, la muerte.
¿Qué se puede hacer para evitar enojarnos?
Aprender a controlar la ira es la mejor manera de evitar muchos problemas, si se conocen bien todas las situaciones que desencadenan los ataques de ira, es muy conveniente hacer todo lo posible por evitarlas, pero si por algún motivo en particular es imposible evadir estas situaciones, lo fundamental es controlar al máximo las reacciones agresivas que puedan desencadenar problemas irreparables.
Recuerda…
La recomendación especial que se debe tener en cuenta es alejarse lo más pronto posible de las situaciones que provocan rabia, ya que si este problema se repite de manera frecuente, se puede convertir en una verdadera bomba de tiempo que puede explotar en el momento menos pensado y de la forma más peligrosa, con consecuencias fatales para la salud.
Si existen algunas cosas con las que no estás de acuerdo con ciertas personas, trata de remediar la dificultad de la mejor manera, sin llegar a descontrolarte, pero tampoco guardando tus inconformidades, ya que en el momento menos esperado puedes explotar. No lo olvides: las cosas se deben hablar para encontrar soluciones, no para empeorarlas.
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