Cepillarnos los dientes todos los días es uno de los hábitos diarios que adoptamos desde la infancia para el resto de la vida.
Desde que somos pequeños nos enseñan que a través de este se reduce la presencia de bacterias dañinas en la boca, principales responsables de las caries y otras enfermedades.
Se estima que en los dientes, encías y lengua habitan más de 20 000 millones de bacterias, las cuales tienen la oportunidad de proliferar cuando no son atacadas mediante el enjuague diario.
Debido a esto, siempre se ha resaltado la importancia de lavar la boca varias veces al día y cambiar el cepillo como mínimo cada tres meses.
Pero además, hay otra serie de cuidados especiales que complementan la higiene bucal para conservar unos dientes más saludables y bonitos.
Como muchos aún ignoran cuáles son, en esta oportunidad hemos querido recopilar las más importantes y fáciles de poner en práctica.
Elegir un cepillo de cerdas suaves
Hay quienes prefieren los cepillos de dientes de cerdas duras porque piensan que estos son más efectivos a la hora de remover la suciedad y la placa bacteriana.
Lo cierto es que los más apropiados son los de cerdas suaves o extra suaves, que tienen la misma función pero sin causar erosión en el esmalte dental.
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Evitar los cepillos de dientes eléctricos
A través de medios publicitarios nos han hecho creer que los cepillos de dientes eléctricos son mucho más eficaces que los tradicionales.
Aunque estos cepillan bien los dientes, eso no quiere decir que sean los mejores. Estos suelen ser muy costosos y no existen pruebas que demuestren que en verdad limpian mejor.
Cepillarse en el momento apropiado
Tras ingerir cualquier alimento, en especial si son zumos ácidos, es conveniente esperar entre 30 y 40 minutos antes de cepillarse.
Hacerlo de forma inmediata o esperando solo algunos minutos aumenta el riesgo de sufrir el deterioro del esmalte dental.
Remplazar el cepillo a tiempo
No siempre hay que esperar tres o cuatro meses para cambiar el cepillo dental. Con solo observarlo se podrá determinar si ya es momento de remplazarlo por uno nuevo.
Si este empieza a lucir deteriorado se debe cambiar por uno nuevo para garantizar que los dientes quedan bien limpios.
También resulta conveniente adquirir uno nuevo después de haber padecido alguna enfermedad viral del sistema respiratorio o la boca.
Evitar al máximo el consumo de azúcar
El azúcar está catalogado como el principal enemigo de la buena salud oral. Su consumo diario incrementa el riesgo de caries y causa deterioro en las piezas dentales.
Los expertos piden prestar mucha atención con esta sustancia, ya que está presente hasta en los alimentos que menos lo imaginas.
Los zumos de frutas comerciales, las leches saborizadas y los cereales son fuente significativas de este dulce dañino.
No ingerir alimentos ácidos en exceso
El ácido que contienen algunos zumos de fruta y otros alimentos también son responsables de los problemas dentales.
Un truco para reducir el impacto que causan en la capa superior de los dientes eshacer un enjuague con agua para diluir las sustancias ácidas.
Usar bicarbonato de sodio
Un cepillado con bicarbonato de sodio le proporciona varios beneficios a los dientes. Por un lado, sirve para reducir el exceso de placa bacteriana y restos de alimentos que le dan un tono amarillento.
También sirve para reducir la presencia de bacterias en la boca y neutralizar los malos olores causados por la halitosis.
No obstante, su uso debe ser moderado porque en exceso tienen efectos negativos sobre el esmalte que cubre los dientes.
Utilizar hilo dental
Sabemos que muchos ya conocen esta regla, pero no está de más destacarla, porque aún hay quienes olvidan usarlo todos los días.
Al momento de usarlo procura hacer movimientos en zigzag y utiliza siempre una sección del hilo limpio.
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No olvidar la limpieza de la lengua
Pese a que la idea es conseguir unos dientes más sanos, es esencial prestarle una atención especial a la lengua porque es su fiel acompañante.
En esta suele formarse una placa color blanca o amarilla que, al no ser eliminada, es una causa potencial de mal aliento.
En cada cepillado se debe enjuagar bien con la ayuda del cepillo o el limpiador de lengua que este trae en su parte trasera.
Incorpora todas estas recomendaciones en tu rutina diaria de higiene oral y comprueba que sí es posible tener unos dientes más saludables sin someterlos a costosos tratamientos.
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