Dedícate un rato cada semana para elaborar estas mascarillas faciales y rejuvenece el rostro con resultados sorprendentes de la manera más natural.
En este artículo te presentamos algunas recetas para preparar en casa unas milagrosas mascarillas con potentes propiedades antioxidantes que devolverán a tu cutis firmeza y elasticidad.
Rejuvenece el rostro siguiendo estos pasos
Para que este tratamiento sea efectivo debemos tener en cuenta algunos consejos que siempre van a ser muy respetuosos con nuestra piel y nuestra salud en general.
Ponte una de estas mascarillas una o dos veces por semana sobre la piel limpia y seca.
- Déjala actuar durante 15 o 20 minutos.
- Mientras la tengas puesta no hagas otras actividades. Túmbate con la luz apagada y relájate.
- Sobre los ojos cerrados te puedes poner dos algodones humedecidos en manzanilla o en agua de rosas, o bien dos rodajas de pepino.
- Retírate la mascarilla con agua tibia o fría, pero siempre con suavidad.
- A continuación, aplícate el tónico y la loción hidratante realizando un suave masaje en dirección ascendente y hacia el exterior.
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Aguacate y leche de avena
Esta mascarilla de color verde es ideal para pieles mixtas y secas, con tendencia a las arrugas y a la descamación. El aguacate es una fruta muy rica en ácidos grasos esenciales, los cuales dan brillo y elasticidad a la piel, mientras que la avena calma e hidrata sin engrasar.
Machacaremos un poco de aguacate muy maduro y lo mezclaremos con un poco de leche de avena hasta conseguir una textura homogénea, un poco líquida, pero que no gotee con facilidad.
Plátano y levadura de cerveza
Esta apetitosa mascarilla es adecuada para pieles mixtas o con impurezas y granitos, ya que aporta hidratación a la vez que limpia el cutis de puntos negros, acné, etc.
El plátano maduro es muy rico en potasio, un mineral que nos ayuda a prevenir la aparición de arrugas.
Además, si tenemos acné debemos saber que podemos usar su piel para limpiarnos el cutis por la noche. Solamente tenemos que frotarnos la parte interna de la cáscara en la zona afectada.
La levadura de cerveza es un excelente depurativo de la piel. La podemos tomar como suplemento y realizarnos mascarillas de manera periódica. De este modo multiplicaremos sus efectos y el tratamiento será muy completo.
Arcilla y yogur
Las personas que quieren prevenir las arrugas pero tienen la piel mixta o grasa pueden elegir esta mascarilla, ya que regula la producción de sebo sin producir sequedad, gracias a la combinación de la arcilla con el yogur.
La arcilla es un remedio natural que remineraliza la piel, a la vez que extrae las impurezas y la limpia en profundidad. No obstante, a algunas personas les reseca las zonas menos grasas de la cara.
Por este motivo debemos combinarla con yogur en vez de con agua, ya que de este modo mantendremos mejor la hidratación natural de la piel.
Podemos usar arcilla verde o rosa. Lo más importante es no olvidarnos de que no podemos usar recipientes ni utensilios de plástico o metal, para que la arcilla no pierda propiedades.
Optaremos por los de cristal, madera, cerámica, etc.
Miel y leche de arroz
Esta dulce mascarilla es apta para todo tipo de pieles. La miel es un alimento natural con múltiples propiedades para la salud y para el cuidado de la piel, ya que nos permite tratar arrugas prematuras, cicatrices, infecciones, piel apagada o flácida, etc.
La leche de arroz nos recuerda a los antiguos remedios de las mujeres japonesas, que usaban este cereal de diferentes maneras para mantener la juventud del rostro.
Calentaremos un poco la miel al baño María hasta que adquiera una consistencia líquida y la mezclaremos con un poco de leche de arroz.
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Clara y yema de huevo
Esta mascarilla también es adecuada para todo tipo de pieles, ya que es muy nutritiva pero no engrasa, y rejuvenece el rostro de manera inmediata.
La yema del huevo nutre la piel en profundidad gracias a su contenido en grasas saludables, mientras que la clara la tonifica y mejora su firmeza.
Solamente tendremos que batir un huevo para unir ambas partes. Podemos aprovechar el momento de prepararnos una tortilla para separar una cucharadita que usaremos para la mascarilla. De este modo no malgastaremos el resto del huevo.
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