Hay mujeres a las que las arrugas les pueden aparecer a partir de los 20 años, a pesar de que lo más habitual es que surjan a partir de la treintena. Si empiezas a detectar señales en tu rostro, pon en práctica estas sugerencias y asómbrate con sus resultados.
Disimula las arrugas naturalmente
Hoy en día existen muchas cremas antiarrugas que dicen contener ingredientes milagrosos y que prometen resultados increíbles, mostrando fotos del antes y el después. En general, los precios son elevados, son mucho menos efectivas de lo que dicen y, además, contienen ingredientes que pueden ser perjudiciales para la salud si los usamos de manera habitual.
En este artículo proponemos opciones 100% naturales. Solamente tienes que encontrar la que sea más adecuada para tu edad y tipo de piel.
Aceite de moringa
De la semilla de árbol Moringa Oleífera se extrae un aceite de gran calidad con excelentes propiedades antioxidantes. En el antiguo Egipto se usaba como bálsamo para la piel, pero hoy en día todavía es poco conocido.
El aceite de moringa tiene un color amarillo oscuro y una textura muy agradable que penetra bien en todo tipo de pieles. No solamente ayuda a disimular de manera progresiva las arrugas, sino que también suaviza, calma y desinflama posibles rojeces e irritaciones.
Algunas personas han notado que les aparecen granitos después de usar este aceite. Si es tu caso, puedes usarlo con menor frecuencia o bien mezclarlo con otros aceites o cremas para la piel.
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Aceite de rosa mosqueta
El aceite de rosa mosqueta disimula las arrugas en pieles maduras, secas y apagadas y las nutre en profundidad gracias a su textura, que es muy grasa. En cambio, no se recomienda en pieles jóvenes, grasas o con acné, a pesar de sus propiedades cicatrizantes.
Este aceite, que ya se usaba en las culturas maya y egipcia, es rico en ácidos grasos esenciales, entre los que destacan el ácido omega 6, omega 3 y linoleico; vitaminas A, C y E, y antioxidantes.
Podemos usarlo puro durante la noche y mezclado con la crema hidratante durante el día. Debemos asegurarnos que sea un aceite de rosa mosqueta de calidad y sin mezclar.
Gimnasia facial
La gimnasia facial también disimula las arrugas de manera sorprendente si la realizamos cada día y de la manera adecuada. Si la realizamos justo después de aplicarnos el aceite de moringa o de rosa mosqueta, o bien de nuestra loción hidratante habitual, mejoraremos su absorción y potenciaremos los beneficios de la gimnasia.
La gimnasia facial mejora la circulación en la cara, la elasticidad y tonicidad de los tejidos y combate las tensiones que también influyen en la aparición prematura de las arrugas.
Debemos reservarnos unos minutos cada día para realizar muecas, todos aquellos gestos y movimientos que se nos ocurran con todas las partes de la cara: ojos, frente, nariz, mejillas, boca, mandíbula e incluso lengua y, si podemos, orejas. También nos podemos masajear con las manos hasta conseguir que la piel del rostro se caliente.
Mascarillas nutritivas
Las pieles con facilidad para tener arrugas necesitan cuidados especiales para nutrir la piel en profundidad. Para conseguirlo deberíamos realizarnos al menos una vez por semana una mascarilla facial elaborada con ingredientes totalmente naturales de los que podemos tener en casa:
- Plátano muy maduro
- Aguacate
- Aceite de oliva
- Yogur
- Yema de huevo
- Miel
- Avena cocida
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¿Cómo la hacemos?
- Podemos usar uno de estos ingredientes o bien combinarlos y batirlos hasta tenerlos bien integrados en una masa homogénea.
- Nos aplicaremos la mascarilla en la cara limpia y la dejaremos actuar entre 20 y 30 minutos.
- La aclararemos con agua y nos hidrataremos la piel como hacemos habitualmente.
Alimenta tu piel
No olvides que tu piel se alimenta también a través de la dieta. Beber agua suficiente fuera de las comidas y comer grasas saludables es lo que mejor disimula las arrugas a corto y largo plazo, además de ser beneficioso para nuestro organismo en general.
Incluye los siguientes alimentos en tus menús, en cantidades moderadas pero de manera habitual:
- Aceites vegetales de primera presión en frío
- Frutos secos y semillas
- Aguacate
- Pescado azul
- Yema de huevo
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